Durante una sencilla ceremonia se rindió homenaje a Alberto Larroque, quien fuera rector del establecimiento en la conocida “Época de Oro” o de esplendor del Colegio Urquiza.
El pasado 8 de julio, se cumplieron 140 años del fallecimiento de Alberto Larroque, quien integra la galería de personalidades que hicieron grande al Colegio del Uruguay “Justo José de Urquiza”, del cual fue rector normalizador y en cuyo reconocimiento lleva su nombre la biblioteca del Colegio.
Por tal motivo, la Municipalidad conjuntamente con las autoridades del Colegio, realizaron en el patio del establecimiento una sencilla ceremonia de recordación, al pie del tríptico que lleva la imagen de Larroque. Allí estuvieron el intendente, Martín Oliva; el rector del Colegio, Ramón Cieri; el rector de UCU, Héctor Sauret; la Coordinadora de Control de gestión María del Carmen Tourfiní, la directora del Cementerio, Ana Almeyda; la directora de la Biblioteca y coordinadora del Archivo Histórico, Sonia Colombo.
Se depositó una ofrenda floral al pie del tríptico, en tanto en representación del alumnado, Delfina Rossier, alumna de 6° tercera Turno Mañana, tuvo a cargo las palabras alusivas: “Alberto Larroque nació en Francia en 1819, cursó estudios en la Universidad de Burdeos y posteriormente en la Facultad de Ciencias de París, llegó a nuestro país teniendo 22 años y obtiene su título de abogado en la Universidad de Buenos Aires, aunque su gran pasión fue la educación”. Precisamente, “dada su labor educativa y su reconocimiento pedagógico, el General Justo José de Urquiza lo convoca para conducir el Colegio del Uruguay”.
Fue así que llegó a nuestra ciudad a los 35 años y elaboró “un plan de estudios sumamente ambicioso: la Escuela de Estudios Preparatorios y la creación de dos Carreras: la Carrera de Comercio, la Carrera de Administración y la carrera literaria, como así también la Sección Militar y Cursos de Jurisprudencia”.
Además de haber incorporado a destacados docentes, “en su gestión se estableció un Reglamento Interno, donde se explicitan las pautas de organización institucional, que incluía la actividad de los estudiantes del internado”. Entre las actividades que se organizaban, se destacan “las conferencias semanales dictadas por alumnos, con el propósito que adquirieran hábitos de hablar en público y la conformación de una Orquesta, donde los alumnos adquirían sus conocimientos musicales y las prácticas instrumentales y amenizaban las jornadas y actos del Colegio”.