Este domingo se desarrollaron diversas actividades en el marco del Día de la Independencia Argentina, declarada el 9 de julio de 1816. El acto central se desarrolló a las 10.30 en la Plaza Ramírez. Por la tarde se bailó el tradicional Pericón y se arrió el Pabellón Nacional ante una importante presencia de personas.
A las 8 de la mañana, diversas autoridades se concentraron como lo marca la tradición, en plaza Ramírez, para proceder con el izamiento del Pabellón Nacional. En el mismo lugar, a las 10.30, se desarrolló el acto central con la presencia de establecimientos educativos y las distintas fuerzas de seguridad que conformaron la Agrupación “9 de Julio”.
A esa hora, el intendente Martín Oliva, realizó la revista de tropas para dar inicio a la ceremonia y tras el canto del Himno Nacional y de la Marcha Entre Ríos, se procedió a la bendición Religiosa a cargo del nuevo presbítero a cargo de la Basílica Inmaculada Concepción, Gregorio Nadal Zalazar. Las palabras alusivas – en nombre del pueblo y gobierno - estuvieron a cargo del Secretario de Gobierno Juan Martín Garay.
Palabras alusivas
“Conmemoramos hoy un nuevo aniversario de nuestra Independencia Nacional. Desde esta ciudad, Cuna de la Organización Nacional, podemos afirmar que tenemos Patria y que tenemos Nación” comenzó diciendo Garay al tiempo que sostenía: “Tenemos Patria porque es algo que nos viene dado, un regalo donde la vida nos alumbra; esa es nuestra patria; y tenemos Nación porque es una construcción colectiva, una tarea de todos y para todos donde no debería haber exclusiones de ningún tipo y sin embargo las hay.
La pregunta que tenemos que hacernos es: ¿Qué es ser independientes hoy?. ‘Seamos libres y lo demás no importa nada’ dijo el Padre de la Patria. Hoy existen dos modelos de país claramente diferenciados y en pugna. Un modelo participativo y un modelo excluyente: Un modelo participativo que representa anhelos comunitarios de justicia social, de independencia y de soberanía. Y un modelo excluyente que representa círculos de influencia y presión con fines especulativos en detrimento del desarrollo integral del país. Nuestra Argentina tiene dos almas: una derrotada que está mirándose al espejo su frustración y otra latente en el subsuelo de la patria que mira con esperanzas el futuro.
Esta fecha patria nos debe interpelar para que nos empecemos a dar la oportunidad de cultivar el diálogo como forma de encuentro. Reemplazar el yo, por el nosotros. Alcanzar un punto de cohesión y proyección social que nos permita avanzar entre todos y hermanados hacia la construcción de un mismo destino histórico, terminando con todo tipo de grietas. Hay dos grandes valores que nos atraviesan, la vida y la libertad: la vida nos viene dada, es un regalo, en cambio la libertad es un tesoro que se conquista.
En esta Sociedad del Conocimiento, hoy más que nunca la educación se presenta como la única y quizás la más valiosa oportunidad de liberación que tienen las personas. Felizmente nuestra Histórica ciudad ha sido declarada por la UNESCO como Ciudad del Aprendizaje y además en estos primeros 40 años de democracia ininterrumpida podemos afirmar que convivimos en una sana armonía. Por eso, a 207 años de la Declaración de la Independencia, sigamos trabajando juntos por nuestra ciudad, para que se fortalezcan las instituciones y se consolide una democracia fundada en los valores de la verdad y la vida, de la justicia y la solidaridad, del amor y de la paz”.