Veinte textos fueron seleccionados por su valor literario y comunitario en el marco del concurso Fui al Corso. Los autores recibirán lapachos amarillos del Vivero Municipal como premio.
Muchos uruguayenses revivieron los corsos a través de la pluma literaria. Fue mediante el concurso “Fui al Corso”, organizado por la Dirección de Cultura. Junto a la muestra Hechizo de Carnaval, montada en el Museo “Casa de Delio Panizza”, el director del área, Guillermo Lugrín, dio a conocer los veinte textos seleccionados. Diez fueron elegidos por su valor literario y los demás por su aporte comunitario.
Los relatos que fueron seleccionados en reconocimiento literario son: “Noche de Carnaval”, de Ana María González; “Caretas y Caritas”, de Marcos Chichi; “El tambor de Antonio”, de Omar León; “Qué sería de Febrero”, de Mirta Debrabandere; “Fui al Corso”, de César Ritú; “Corsos de mi Tierra”, de Raúl Traverso; “Fui al Corso”, de Celina Cicardi; “El Carnaval”, de Mariela Boladares; “Fui al Corso”, de Víctor Caire; y “Fui al Corso”, de Romina Piñeiro.
Los textos elegidos por su aporte comunitario son: “Carnavales de Antaño”, de Eva Guerrero; “La Venganza de los Humildes” de Omar León; “Fui al Corso”, de Tito Parma; “Carnaval Uruguayense”, de Rolando Saldarelli; “Recuerdos Carnavalescos”, de Raúl Traverso; “Recuerdos de Carnaval”, de Luis Barañao; “Simplemente un Recuerdo”, de Stella Maris Scévola; “Fui al Corso”, de Alicia Casanova; “Instituto Santa Clara”, de Delma Bertolyotti y Norma Bordet; y “El Cabezudo de Larguirucho”, de Jorge Albeira.
En representación de las y los autores, recibieron un lapacho amarillo Eva Guerrero y, Ana María González quien destacó que “lo literario, si no se comparte nos aísla, mientras que es un hecho colectivo, igual que todas las expresiones culturales. El carnaval nos retrotrae a los momentos más hermosos de nuestra vida. Para mí significó una vuelta a la infancia, recuperar ese tiempo perdido y feliz que eran los corsos en Plaza Ramírez, con todos sus personajes. Eso intenté transmitir en el relato, algo del pueblo y para el pueblo”.
Los Lapachos aportados por el vivero municipal, mientras que en la selección de los trabajos colaboraron los concejales Rodolfo Negri y Graciela Guerrero.